Terranova, la isla que vio faenar a vascos hace siglos, el escenario de la 'Guerra del Fletán'... y todavía caladero español

Balleneros vascos en Canadá
Balleneros vascos en Canadá
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Balleneros vascos en Canadá

Armados con arpones y dispuestos a cruzar el Atlántico para ganarse la vida. Así encaraban los balleneros vascos hace ahora cinco siglos la travesía que separaba sus casas a orillas del Cantábrico de la recóndita isla de Terranova, en Canadá. En los confines del mundo, marcados por un clima inhóspito y unas aguas gélidas, estos exploradores descubrieron grandes caladeros de bacalao, que han continuado atrayendo a los marineros españoles, con altibajos a lo largo de la historia, hasta ahora.

Con ese mismo afán de trabajar en la mar, partieron desde Marín (Pontevedra) hacia este territorio canadiense los tripulantes del 'Villa de Pitanxo', que este martes naufragó en las aguas de Terranova y dejó al menos diez fallecidos y 11 desaparecidos. La isla fue testigo de la tragedia, que obligó a desplegar un helicóptero y una embarcación para el rescate y que todavía mantiene con el alma en vilo a los familiares de los pescadores y a buena parte del país.

Actualmente hay 24 embarcaciones españolas -19 con base en Galicia, 3 en Canarias y 2 en el País Vasco- autorizadas a faenar en esta zona, 20 arrastreros y 4 bacaladeros, aunque en estos momentos se encuentran en la zona una decena de ellos, según informa a 20minutos el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Sin embargo, a lo largo de los siglos han sido muchas las naves que han surcado esas aguas para faenar.

Siglo XVI: primeros viajes

Todavía no había llegado Cristóbal Colón a la isla de Guanahani al término de su primer viaje el 12 de octubre de 1492, cuando los balleneros vascos ya pescaban desde hacía décadas en las costas de Terranova. Es lo que defienden algunas teorías sobre estos pescadores rodeados de épica, según explica en su tesis doctoral la profesora de la Universidad de Montreal Caroline Ménard, aunque cuentan con poca evidencia histórica.

"Suelen atribuirse a los vascos las primeras campañas de pesca en Terranova y la explotación del bacalao debido a su búsqueda de las ballenas"

Acostumbrados a cazar cetáceos en el Golfo de Vizcaya, estos marineros vieron cómo su sustento escaseaba cuando las flotas neerlandesas, británicas y alemanas empezaron a faenar en sus mismas aguas, y fue probablemente este el motivo que les llevó a buscar otros caladeros. No obstante, no fueron los únicos españoles en viajar hasta allí, pues los gallegos también lo hicieron en 1517, ahonda Ménard. "Suelen atribuirse a los vascos las primeras campañas de pesca en Terranova y la explotación del bacalao debido a su búsqueda de las ballenas, aunque se discute sobre las posibles fechas de inicio", añade.

Aunque los ingleses defienden que el descubridor de Terranova y precursor de sus pesquerías fue el italiano a su servicio Giovanni Caboto, es indudable que los vascos faenaron intensamente en esas aguas, a las que acudieron buscando ballenas y terminaron sacando en gran medida bacalao. Durante el siglo XVI, visitaron con asiduidad esas costas y se calcula que en el año 1582 hasta 200 barcos procedentes de estas zonas llegaron a la isla, según detalla el investigador titular del Instituto Español de Oceanografía Juan Pérez-Rubín.

Con el paso de los años, crearon sus propios asentamientos en Terranova, que han dejado su impronta en la isla, pero la explotación de estas aguas por parte de los vascos sufrió altibajos a lo largo de los siglos. El control ejercido por la Corona Española, el desabastecimiento en sal, la situación geográfica y los problemas internacionales fueron algunos de los factores que obligaron a estos marineros a renunciar poco a poco a estos territorios.

Ahora bien, uno de los motivos principales de la marcha fue la cada vez más abundante presencia de pescadores de otras nacionalidades, especialmente británicos. Los constantes ataques, en los que incluso participó el mítico corsario inglés Francis Drake, y las dificultades legales para faenar alejaron también a los vascos de estas aguas. Por todo ello, abandonaron la zona en los siglos XVIII y XIX forzados por acuerdos internacionales, según José Ignacio Espel, expresidente de la Autoridad Portuaria de Pasajes (San Sebastián).

El resurgir en el siglo XX

Tras años fuera de estas aguas o con una actividad mínima, se reanudó con la fundación de la Compañía Pesquerías y Secaderos de Bacalao de España (PYSBE) en 1926 con sede social en San Sebastián, aunque en la zona se pescan también otras especies, como fletán negro, raya, gallineta nórdica, camarón boreal y bacalao. 

Tras el paréntesis de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, en las décadas de los 50 y 60 llegaron los años dorados de esta pesquería, que se apagaría poco a poco en los 70 con la ampliación paulatina de las aguas jurisdiccionales de los países ribereños a 200 millas náuticas. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar aprobó que a esa distancia, conocida como zona económica exclusiva (ZEE), los barcos de otros países no pudieran obtener un beneficio, sino solo circular. Esto provocó el traslado de la actividad al Mar de Barents.

Si bien los resultados preliminares de la Convención se conocieron en 1977 y se formalizaron en 1982, el acuerdo no entró en vigor hasta 1994 y, apenas un año después, se produjo uno de los hitos recientes de la pesca en Terranova: la guerra del fletán. Se trata de una serie de incidentes entre Canadá y España por los derechos de pesca en los Grandes Bancos, la plataforma continental frente a Terranova y Labrador, justo fuera de la zona económica exclusiva del país norteamericano en el océano Atlántico.

Este episodio culminó con la captura legal del buque español 'Estai' el 9 de marzo de 1995 por la Armada de Canadá, después de que una patrullera del país ametrallara la proa del barco y a otras naves que acudieron en su ayuda y procediera al abordaje. El Gobierno de Felipe González y la Unión Europea lo consideraron un acto de piratería. Finalmente, la embarcación fue liberada y terminó el conflicto.

Channel-Port aux Basques y otros vestigios

Tras años de pesca de ballenas y bacalao, los vascos dejaron allí su legado y todavía es posible encontrar vestigios de su paso por la isla. Una de las evidencias más claras es el nombre de una localidad ubicada al suroeste de Terranova: Channel-Port aux Basques. El término hace referencia a un puerto que constituía el lugar preferido de estos pescadores para refugiarse y fondear sus barcos a principios del siglo XVI.

Además, en los mapas antiguos aparecían muchos más topónimos en euskera en diferentes localizaciones e incluso el poeta vasco Gabriel Celaya hizo referencia a estas denominaciones en alguna de sus obras, como recuerda Pérez-Rubín: "¡Pensar que en Terranova, Barachoa, Operportu y Aguchar señalaron con ley de nombres vascos, surgideros seguros!". 

Sin embargo, gran parte de estos inicialmente numerosos nombres fueron desapareciendo o afrancesándose; como es el caso de Barachoa, que se convirtió en Barachois. No obstante, todavía se conservan diferentes localizaciones con el calificativo de vasco, que coinciden con bastantes referencias a las ballenas y alguna al bacalao.

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